Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
HACIENDO LAS MALETAS
Ya no nos falta nada para irnos al curso de formación de novicias. No te voy a engañar: se empiezan a notar los nervios. Son miles de detalles (¡hace siglos que no preparo una maleta!) y las cosas pequeñas (como el cepillo de dientes) amenazan con quedarse en tierra.
Además, yo soy la encargada de poner todos los sábados en el corcho dos papeles: la lista de las lectoras de la Eucaristía, y los oficios semanales. Pero, claro, en las próximas semanas no voy a estar...
No hay problema: ayer preparé las listas para las próximas tres semanas. Las he dejado clavadas, una encima de otra, en el corcho.
La verdad es que me llevó un buen rato preparar tanta lista... pero, mientras lo hacía, el Señor me regaló orar el misterio que hoy celebramos: Pentecostés.
Me he preocupado de dejar las cosas a punto, y supongo que tú harás lo mismo cuando sales de viaje: en tu casa, en el trabajo... ¡¡Pues imagínate Cristo!!
Sí, es verdad, el Señor ha subido al Cielo, pero no nos ha dejado. Se ha encargado de dejar todo preparado. Por eso, hoy... ¡nos envía su Espíritu! El Espíritu es su promesa, ¡viene a vivir en tu corazón!
Cristo no nos ha dejado tirados. Él está pendiente en todo momento de cada uno de nosotros, y sabe que, a veces, nos cuesta descubrirle, ¡por eso hoy te hace este regalo!
Hoy Cristo quiere darte unos ojos resucitados, capaces de descubrirle detrás de cualquier circunstancia; quiere afinar tu oído, para que escuches el susurro de su voz; quiere encender tu corazón, para que sientas la dulzura de su abrazo... Sí, es cierto, está en el Cielo, pero lo tiene todo preparado: ¡también está a nuestro lado! ¡Hoy te regala su Espíritu para que lo descubras!
Hoy el reto del amor es recibir al Espíritu Santo. Él es el Amor, el Amor del Padre y del Hijo, ¡sólo con Él en tu corazón podrás amar! Hoy participa en una Eucaristía, ábrele tu corazón... Y, como yo, Cristo también ha dejado unas listas clavadas en el corcho. Es la misión que ha pensado para ti hoy. ¿Te has acercado a mirarla? Hoy, antes de empezar la jornada, pregúntale a Cristo cuál es tu misión en este día de Pentecostés, a dónde tienes que llevar hoy su Amor. ¡Que su fuego llene toda la tierra! ¡Feliz domingo!
VIVE DE CRISTO
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