ASOCIACIÓN Y COFRADÍA DEL ROSARIO SANTO DOMINGO EL REAL

Espacio dedicado a promover la devoción a la Virgen mediante la divulgación del rezo del Rosario, como medio de contemplar y meditar los misterios de la vida de Nuestro Señor Jesucristo y asemejarnos a Él.


Web principal:

http://www.cofradiarosario.net/

Página de Recursos para rezar:

http://www.facebook.com/recursospararezar/


viernes, 26 de enero de 2018

Reto

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

CONSECUENCIAS DE COMPARTIR UNA MISMA MESA

En nuestra Orden, uno de los pilares es el estudio. Uno de nuestros lemas es “Veritas”; es decir, que somos buscadores de la verdad. Por ello, acostumbramos a tener clases y estudio a diario.

El otro día estábamos en clase en el Noviciado con Lety. Normalmente aprovechamos para ir profundizando, y tomamos apuntes, subrayamos...

En esas estábamos cuando de pronto sentí que, al levantarme para coger un lápiz, moví la mesa entera y, como consecuencia de ello, lo que estaba subrayando Joane también se movió. Su línea salió disparada en otra dirección...

Al poco rato, una pierna que se movía por debajo de la mesa comenzó a hacer temblar todo, y entonces me sucedió lo mismo a mí con el subrayado. Aquello parecía un electrocardiograma más que una línea.

¡Ya me partía de la risa! Pero lo sucedido me llevó a pensar en cómo, todo lo que hacemos, en realidad tiene una fuerte repercusión sobre los que están a nuestro alrededor.

Cuando nos levantamos con el pie izquierdo, comenzamos sintiéndonos mal con nosotros mismos pero, al final, todos los que ese día convivan con nosotros son partícipes también del mal humor. Todo se transmite: la falta de paz, la agresividad, cuando juzgamos...

Y, a su vez, el día que amanecemos con una sonrisa, todo se ve de una manera diferente: sonríes a los demás, contagias alegría, das vida a las conversaciones, transmites fuerza y deseo de caminar hacia adelante...  

¡Todo, todo, todo se transmite a los que comparten mesa con nosotros!

Jesús cada día salía al encuentro de los demás, y no dejaba a nadie indiferente. Él curaba a los enfermos, escuchaba al que le pedía, perdonaba a todo el que quería cambiar de corazón...

Hoy el reto del amor es sonreír a 10 personas que te miren a los ojos. Y, si hoy te has levantado un poco de mal humor, acude al Señor para que cambie tu forma de afrontar el día. En Él encontrarás la fuerza, la paz y la alegría que necesitas para ello. ¡En Su mesa hay sitio para todos!

VIVE DE CRISTO

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

jueves, 25 de enero de 2018

Reto

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

CAYENDO EN LA MISMA PIEDRA

Seguro que te ha pasado alguna vez. Estás comiendo la mar de a gusto, y, de repente...

-¡¡Aaaaaaaayyyyy!!

Sí, justo hace dos días. Me pegué un mordisco con todas mis ganas y me hice una pequeña herida en la boca.

Pero, lo mejor fue que, al día siguiente...

-¡¡Aaaaaaaayyyyy!!

¡¡Otra vez!! En mi defensa diré que la heridita está en muy mal sitio, justo al lado del colmillo...

Y, pensando en estas cosas, ¡me mordí otra vez! ¡Me he mordido exactamente en el mismo sitio tres veces! Imagina el cuidado y atención que estoy poniendo ahora en cada comida...

De pronto caí en la cuenta de que, tras cada mordisco, la heridita se inflama un poco más, por lo que cada vez es más fácil volver a morderse... ¡y así nos pasa también a nosotros!

Seguro que hay días que te levantas estupendamente, pero, nada más poner los pies en el suelo, algo te descoloca: una habitación desordenada, el atasco, una respuesta poco amable...

Pueden ser pequeñas cosas, tal vez en el momento irritan... pero son fáciles de controlar, como la primera vez que te muerdes. Sin embargo, la heridita queda ahí, junto con la pequeña inflamación.

¿Y no te ha pasado alguna vez que parece que todos los golpes van al mismo sitio? Así, a lo largo de la jornada puedes ir acumulando “mordiscos”, la herida se inflama y cada vez te molestan más cosas más pequeñas... ¡y al final acabas explotando por algo que, objetivamente, no es para tanto!

Pero la clave está... ¡en parar la inflamación!

Cristo te invita a no ir acumulando a lo largo del día. Él está siempre disponible para ti, dispuesto a darte su paz, su alegría... Está deseando renovar tu entusiasmo y tu ilusión, pero para ello necesita que te pongas en Sus manos. ¡Y eso tantas veces como necesites! Ya dijo Él que “a cada día le basta su propio afán”... ¡pero hay veces que podríamos cambiar lo de “días” por “horas”!

Si notas que vas acumulando, no esperes a estallar: ¡para con Cristo y deja que Él ponga tu contador a cero!

Hoy el reto del amor es hacer una parada a mitad de la mañana. Sólo necesitarás unos minutos, y ni siquiera tienes que salir de la oficina o de tu casa... Pero hoy, a media mañana, para con el Señor y preséntale tu jornada. Pídele que te renueve la alegría, ¡que, aunque ya hayan pasado unas horas, puedas empezar el día de nuevo! Retoma la jornada con Él, ¡y verás con ojos nuevos a quien tienes al lado! ¡Feliz día!

VIVE DE CRISTO

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

miércoles, 24 de enero de 2018

Reto

Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

EL CAJÓN DESASTRE

Si miras mi celda, aparentemente está ordenada. Pero te voy a confesar que hay un pequeño rinconcito, una especie de hueco en mi mesa de escritorio, que es pequeño, pero tiene vida propia. Te explico:

Si golpeo sin querer la mesa, todos los papeles que lo ocupan caen disparados al suelo; si tiro de uno de ellos, todos vuelven a caer; o, si cierro el cajón que hay justo encima, se desliza de nuevo el contenido del pequeño hueco y se esparce a sus anchas por el suelo. Y así, días y días me digo “Tengo que ordenarlo” mientras cojo todo como puedo y lo meto a presión hasta el siguiente lanzamiento.

Hoy me ha vuelto a ocurrir y ahora estaba orando sobre ello.

Muchas veces las preocupaciones, tareas pendientes, conversaciones... se convierten en sobres y papeles que vamos almacenando en ese hueco de nuestro escritorio de “tareas pendientes”. Pero, basta un pequeño golpe, y todo se nos desparrama por el suelo: la cita a la que no has llegado, la persona a la que no has llamado... Sientes que no llegas a todo y hay un enorme caos a tu alrededor que “en teoría” depende de ti.

¿La solución? Muchas veces el “desorden” nos supera de tal manera, que no nos atrevemos ni a mirar; o, si se nos cae todo, lo cogemos como podemos y de nuevo al hueco, ahí metido a presión hasta la próxima. Pero sabemos que el hueco está ahí, que tenemos tareas pendientes, cosas que afrontar... y no sabemos ni por dónde empezar.

¿Qué hacía Jesús ante el Cajon de las Tareas Pendientes (¡seguro que lo tenía!)? Parar, orar y, después, actuar. No dejaba a nadie si respuesta, pero todo hacía que llegara a su tiempo. Él nos regala mirar cada papel y ordenarlo. Verás que, como fruto, volverá la Paz dentro de ti.

Hoy el reto del amor es que, en este momento, lo primero que te venga a la cabeza lo soluciones desde la oración y el amor. Deja que vuelva a ti la Paz.

VIVE DE CRISTO

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

Reto

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

APRENDIZ DE LAVANDERO

La semana pasada me tocaba hacer la colada: una lavadora, otra; dividir la ropa (la de tender, por aquí; la de secadora, por allá)...

Y, mientras iba tendiendo las prendas que no admiten secadora, me daba cuenta de que esto del lavado es todo un aprendizaje. Sí, porque recuerdo las primeras veces que me tocaba lavar... Ufff, no me imaginaba el desastre que puede suponer meter unos calcetines rojos junto con toda nuestra ropa de coro (¡que es blanca!), o una prenda a la secadora sin mirar si era compatible (y que te salga del tamaño de un niño de 3 meses)... ¡realmente es todo un aprendizaje!

Aprendes a separar la ropa de color, a estirar bien los calcetines antes de meterlos, a no meter en la secadora las prendas delicadas... Al final de tantas pruebas semana tras semana, acabas memorizando las cualidades y necesidades de cada cosa.

Reflexionaba y veía que, si de esta manera tan cotidiana aprendemos y comprendemos cómo tratar una simple prenda de ropa, ¿cómo no hacer lo mismo con las personas con las que convivimos cada día?

El amor es así: mira a cada persona como única, y va descubriendo día a día las delicadezas que necesita, o sabe con quién puede compartir lo que lleva por dentro y con quién mejor es reservarlo, o cómo acercarse al que le cuesta dar el primer paso... Y es que el amor también es aprendizaje.

Sólo el Señor es el único que realmente nos conoce a cada uno completamente. Porque Él nos ha creado, y, como dice el salmo, “modeló cada corazón y comprende todas sus acciones”. Por eso es Él quien nos puede ir indicando en esta escuela del amor cómo llegar al otro, cómo llegar a ver a las personas de nuestro alrededor.

Hoy el reto del amor es mostrar tu delicadeza hacia dos personas. Párate unos minutos y pregúntale al Señor cómo llegar a su corazón, cómo sorprender a esas personas con un toque delicado, con algo que quizá no se esperen de ti.

VIVE DE CRISTO

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

lunes, 22 de enero de 2018

Reto

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

APRENDIZ DE LAVANDERO

La semana pasada me tocaba hacer la colada: una lavadora, otra; dividir la ropa (la de tender, por aquí; la de secadora, por allá)...

Y, mientras iba tendiendo las prendas que no admiten secadora, me daba cuenta de que esto del lavado es todo un aprendizaje. Sí, porque recuerdo las primeras veces que me tocaba lavar... Ufff, no me imaginaba el desastre que puede suponer meter unos calcetines rojos junto con toda nuestra ropa de coro (¡que es blanca!), o una prenda a la secadora sin mirar si era compatible (y que te salga del tamaño de un niño de 3 meses)... ¡realmente es todo un aprendizaje!

Aprendes a separar la ropa de color, a estirar bien los calcetines antes de meterlos, a no meter en la secadora las prendas delicadas... Al final de tantas pruebas semana tras semana, acabas memorizando las cualidades y necesidades de cada cosa.

Reflexionaba y veía que, si de esta manera tan cotidiana aprendemos y comprendemos cómo tratar una simple prenda de ropa, ¿cómo no hacer lo mismo con las personas con las que convivimos cada día?

El amor es así: mira a cada persona como única, y va descubriendo día a día las delicadezas que necesita, o sabe con quién puede compartir lo que lleva por dentro y con quién mejor es reservarlo, o cómo acercarse al que le cuesta dar el primer paso... Y es que el amor también es aprendizaje.

Sólo el Señor es el único que realmente nos conoce a cada uno completamente. Porque Él nos ha creado, y, como dice el salmo, “modeló cada corazón y comprende todas sus acciones”. Por eso es Él quien nos puede ir indicando en esta escuela del amor cómo llegar al otro, cómo llegar a ver a las personas de nuestro alrededor.

Hoy el reto del amor es mostrar tu delicadeza hacia dos personas. Párate unos minutos y pregúntale al Señor cómo llegar a su corazón, cómo sorprender a esas personas con un toque delicado, con algo que quizá no se esperen de ti.

VIVE DE CRISTO

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!

domingo, 21 de enero de 2018

Reto

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              

PRIMEROS AUXILIOS

Llevábamos un tiempo corriendo y haciendo el loco por la huerta. Jubi, nuestra perrita, iba saltando loca de alegría. Pero, de pronto, me di cuenta de que no apoyaba una de las patas delanteras.

En medio del camino hice que se sentara y le eché un vistazo rápido. No parecía tener nada. Ella, impaciente, se lanzó a correr de nuevo, pero, eso sí, sin apoyar la pata.

Visto lo visto, la hice entrar en la sala. Me senté en una silla, la cogí en brazos y la tumbé patas arriba sobre mis piernas. Generalmente, Jubi se pone nerviosísima cuando está “panza arriba” y se revuelve como un gato... pero, esta vez, se dejó hacer sin oponer resistencia, mansa como un corderito.

Revisé detenidamente la pata. Ahí, entre las almohadillas... ¡tenía clavado un pincho enorme!

Cuando se lo quité, Jubi se lanzó (cosa que no ha hecho nunca), ¡a lamerme las manos de agradecimiento! Y, tan contenta, siguió jugando.

Me impresionó un montón ver la confianza de nuestra beagle. Era como si supiese que todo era por su bien, que no tenía que preocuparse.

“¡Ay, Señor!”, decía después en la oración, “¡yo también quiero estar así en Tus manos!”

Lo que hizo que Jubi permaneciese tranquila era la seguridad que tenía de que la iba a cuidar. Pero, ¿y nosotros? ¡Estamos en las manos del Señor! Él ha dado su vida por ti, eres precioso a sus ojos... ¡tenemos muchísimos más motivos para tener seguridad!

Sin embargo, ¡cuánto cuesta a veces ese salto de confianza! Sobre todo cuando el Señor te pone “panza arriba”, cuando te sientes débil, indefenso... Precisamente entonces es cuando más susurra en nuestro corazón: “Todo es para bien de los que aman a Dios”. (Rm 8, 28)

Pon tu confianza en el Señor... ¡y tendrás mil motivos para besarle las manos de agradecimiento!

Hoy el reto del amor es confiar. Cuando sientas que la inquietud empieza a invadir tu corazón, para y renueva tu confianza en el Señor. Deja que Él lleve el control, ¡y descubre Su presencia a tu lado! Y hoy da las gracias a quien haga algo por ti, por pequeño que sea. ¡La acción de gracias ensanchará tu corazón! ¡Feliz día!

VIVE DE CRISTO

http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!