Hola, buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EN LOS CEDROS ANIDA LA NIEVE
En Lerma ha nevado estos días de atrás, y es una bendición de Dios ver caer la nieve tan blanca y que cubre todo lo que toca. La Palabra de Dios lo dice muy bellamente en el libro del Eclesiástico (43, 18):
“Como aves que caen, Dios esparce la nieve,
su descenso es como langosta que se posa;
los ojos admiran la belleza de su blancura,
y de su caída como lluvia, el corazón se extasía”.
La huerta estaba toda blanquísima y también las ramas de los árboles y los tejados de las casas… Pero observé algo que me llamó la atención:
Mientras que los cedros retienen los copos en sus ramas, haciendo como especies de nidos, suaves y limpios, los pinos no conservan nada de nieve. En ellos, todo se transforma en agua que cae al suelo y la tierra lo absorbe…
Todo en la Creación recibe la misma bendición del Señor: la nieve; pero unos árboles retienen y acogen lo que la Providencia les envía; y a otros, en cambio, no les aprovecha para nada…
Y pensé que lo mismo sucede con la gracia: cae sobre todos los hombres de la misma manera, en todos quiere estar; unos la conservan en su corazón como una especie de blanco nido, y otros la dejan derramarse hasta el suelo y de nada les sirve, no retienen en su corazón el Amor…
¿Por qué sucede esto, si Jesús nos ha bendecido a todos con sus múltiples gracias…? ¿No será que andamos por la vida distraídos y divertidos, vertidos en muchas cosas, y no ponemos atención…?
Con un poco de escucha y mirada atenta, veríamos en cada acontecimiento la mano de Jesús que nos ama: unas veces curando nuestras enfermedades; otras, dándonos fortaleza y ánimo con su divino poder; y otras, en fin, estando a nuestro lado, acompañándonos y mirándonos con cariño, diciéndonos: ”¡Ánimo, adelante, yo estoy contigo!”…
Hoy el reto del amor es pedir al Señor que seamos cedros, que retengamos en las ramas de nuestra vida la gracia, y que ella nos vaya divinizando. Pidamos a Jesús que no permita que los dones que nos envía con tanto amor los dejemos derramarse hacia afuera, sino que aniden en nuestro corazón y nos llenen de su Amor y de su Luz.
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
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