ASOCIACIÓN Y COFRADÍA DEL ROSARIO SANTO DOMINGO EL REAL

Espacio dedicado a promover la devoción a la Virgen mediante la divulgación del rezo del Rosario, como medio de contemplar y meditar los misterios de la vida de Nuestro Señor Jesucristo y asemejarnos a Él.


Web principal:

http://www.cofradiarosario.net/

Página de Recursos para rezar:

http://www.facebook.com/recursospararezar/


martes, 18 de septiembre de 2012

Mis reflexiones sobre lecturas de hoy.

Queridos hermanos en Cristo.

Las lecturas de hoy me dicen muchas cosas.

San Pablo, me recuerda que no se puede descabezar a Cristo no creyendo en la Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo y como tal, no podemos separarlo de Él. No puedo decir "creo en Cristo pero no creo en la Iglesia" ó "he perdido la Fe por culpa de este, del otro o el de la moto". Si alguien me dice alguna vez esto, le digo, con valentía pero con pesar "tú nunca has tenido Fe". Esto se llama FARISEISMO, llámalo hipocresía si quieres, y en eso San Pablo tiene mucha experiencia porque él era fariseo. También el que os escribe tiene experiencia en esto, por eso os escribo, para que no caigáis en mi error.  Para el que experimenta la Fe verdadera de Cristo, como San Pablo que el mismo Cristo le cegó y le devolvió la visión, le resulta imposible separar la Iglesia de Cristo. Te puede caer bien un sacerdote, te puede caer mal, puedes pensar que el de al lado es peor que tú (a lo mejor espiritualmente es mejor que tú, pero estás tan ciego que no lo ves), o mejor que tú y que no vas a llegar nunca a donde esté, o que la vecina cuando sale de Misa es más mala que un dolor de muelas... ¿Eso que nos importa? Tú eres templo de Cristo, templo del Espíritu Santo y lo que cuenta es tu comunicación personal con Cristo. Si se hace con Fe, se puede obtener un gran regalo. San Pablo también nos recuerda que no hace falta hablar todas las lenguas, ni tener dones ni poderes especiales para estar junto a Cristo. Cristo nos quiere como somos, y como somos vamos a corresponderle.

En el Evangelio, como todos los Evangelios en los que nos habla Cristo directamente, a mí me habla directamente a mi Fe. No lo considero un relato en el que Cristo resucita a una persona, no. Yo lo considero como que Cristo resucita una Fe agotada, muerta. Sólo Cristo puede reavivar la Fe muerta de una persona. Yo, al principio, decía que un sacerdote me quitó la Fe y que un sacerdote me la devolvió. Que gran mentira y que gran error que cometía, hermanos. La Fe la perdí yo solito y el Señor me la devolvió. Esto es correcto. La madre a la que Cristo se refiere en el Evangelio, es la Virgen María. Cristo nos resucita la Fe y nos entrega a su Madre.  Ahora todo depende de nosotros mismos.

Manuel.
Presidente de Juventud de la Cofradía del Rosario.

No hay comentarios: