LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Convino que la Virgen fuera elevada corporalmente al cielo para edificar
nuestra fe, levantar nuestra esperanza e inflamar nuestra caridad. (San
Bernardo)
“En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a
la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para
alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con
él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día,
incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan
pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del
cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia
nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI (2010)
El
Papa Pío XII definió solemnemente el dogma de la Asunción de María el 1 de noviembre
de 1950. Este dogma fue promulgado en la Constitución "Munificentissimus Deus":
Las razones fundamentales para la definición del dogma presentadas por Pío XII fueron:
1-La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
Las razones fundamentales para la definición del dogma presentadas por Pío XII fueron:
1-La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
2-Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.
3-Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.
4-Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.
La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.
La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos.
Este día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado.
Oremos con amor y confianza a Nuestra Madre en este día en que conmemoramos su Asunción a los Cielos:
Virgen María, Madre de la Asunción
(Padre Vicente Llambías)
Virgen María , Madre de la Asunción,
hoy venimos a vos.
Con la confianza de tu cariño,
Porque estás cerca del buen Jesús.
Ven y cuida nuestros hogares,
con sus miedos y preocupaciones.
sana nuestros desánimos y egoísmos,
haznos confiados y solidarios.
Tu mano, una caricia cerca;
tu mirada es joven y nos despierta.
aquí está tu familia y comunidad,
Haznos seguir también hoy el camino de Jesús.
En estos tiempos duros, la patria duele Señor,
perdona la mezquindad y la desunión también,
Gracias a esta tierra nacimos y hemos crecido,
permítenos con tu gracia hoy volver a sembrar.
Amén
hoy venimos a vos.
Con la confianza de tu cariño,
Porque estás cerca del buen Jesús.
Ven y cuida nuestros hogares,
con sus miedos y preocupaciones.
sana nuestros desánimos y egoísmos,
haznos confiados y solidarios.
Tu mano, una caricia cerca;
tu mirada es joven y nos despierta.
aquí está tu familia y comunidad,
Haznos seguir también hoy el camino de Jesús.
En estos tiempos duros, la patria duele Señor,
perdona la mezquindad y la desunión también,
Gracias a esta tierra nacimos y hemos crecido,
permítenos con tu gracia hoy volver a sembrar.
Amén
(Fuentes: www.aciprensa.net, www.catholic.net, www.webcatolicodejavier.org, www.mariologia.org)
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